La manzana y los frutos secos son una combinación muy tradicional de ingredientes que enriquecen tanto un pollo asado como salsas o recetas dulces. Añadiendo cebolla al relleno se aporta un contraste más ácido que se funde con los demás ingredientes durante el horneado, dejando un pollo de lo más jugoso.
Mezclamos, en un cuenco, el aceite de oliva con sal, pimienta y un poco de tomillo. Recubrimos el pollo con esta preparación. Lo colocamos en un plato para horno previamente recubierto de papel aluminio.
Pelamos las manzanas, les retiramos las semillas y cortamos en cubitos finos. Picamos finamente la cebolla y partimos las nueces en dos. Mezclamos en un cuenco estos ingredientes con las pasas y el puré de manzana, y sazonamos con sal, pimienta y tomillo.
Rellenamos el pollo con esta preparación. Horneamos, a 180°C, unos 45 minutos aproximadamente. Podemos agregar al mismo plato del horno unos gajos de manzana o patata que podremos servir como guarnición al momento de servir.